









Un día, mientras Noah recorría las instalaciones junto a Celeste, la Fono, entró al Auditorio y al ver la pantalla grande se imaginó que sería muy lindo ver una película allí. Entonces le propusimos la idea de hacer una función abierta y convocar a los otros niños y niñas de Creni.
A partir de ese momento nos pusimos a pensar y planificar cómo se podía llevar adelante. Armamos y repartimos las entradas, pensamos que debía haber un kiosko con pochoclos y bebidas, en cómo debía ser la proyección, cómo entrarían, se sentarían y que alguien debía hacer la presentación.
Fue una función increíble, que superó las expectativas. Para los espectadores fue un espacio y un momento social de disfrute, para los profesionales una sorpresa lo que se pudo lograr y para Noah un hecho extraordinario. Además, él mismo se encargó de la proyección, de la presentación de la película y del cierre, agradeciendo a todos, que todo haya salido tan bien.
Desde cada una de las áreas logramos ver plasmados varios aspectos que se venían trabajando, el fomento de las habilidades sociales, que pueda poner en palabras lo que le pasa, expresarse frente a otros, la planificación y concreción de un proyecto.
Muchas gracias Noah por esta función que por un ratito transformó a Creni en una sala de cine
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